Es peligroso cuando un individuo aquejado de ciertos trastornos o molestias cree haber descubierto de qué depende y decide curarse a sí mismo utilizando estos medicamentos.
Puede estar bien para el diagnóstico simple, pero si bajo tales síntomas se esconde algo más grave el paciente puede no darse cuenta de ello. Obviamente, en este caso no hay reglas precisas, más bien surge del sentido común de cada uno de nosotros. Por ejemplo, si usted piensa que tiene un resfriado con seguridad puede curarse a sí mismo por unos días utilizando medicamentos que no necesitan receta medica, pero si el problema persiste, haría bien en consultar a un médico.
No tenga miedo de molestar a un médico por un resfriado común, primero porque se pueden esconden detrás de un simple resfrío problemas más serios, y segundo porque en una cura improvisada se corre el riesgo de tomar más medicamentos de lo necesario.
En otras ocasiones, sin embargo, es bueno ponerse en contacto inmediatamente con un médico, por ejemplo si uno tiene sangre en la flema. En ese caso es inútil y peligroso tratar de improvisar una cura, sería mejor hablar con un especialista. Lo mismo se aplica a los dolores, que nunca deben ser subestimados, incluso si no son constantes y aparecen solo en ciertos momentos del día.