Es muy probable que haya desarrollado un disturbio llamado incontinencia urinaria. La vejiga, que es el deposito que contiene la orina, no es capaz de retener correctamente el liquido y en ciertas condiciones como la tos o el reírse fuerte puede suceder que pequeñas cantidades se escapen.
Estos sucede generalmente o con la edad, por la perdida de fuerza de los músculos que gobiernan los mecanismos que abren y cierran el flujo de orina de la vejiga hacia la uretra, o por el llamado prolapso de vejiga, en donde la vejiga se ha deslizado hacia abajo respecto a su ubicación natural y este movimiento ha desequilibrado su función.
Una vista a la ginecóloga u o al urólogo podrá ser útil para evaluar con profundidad el problema y las posibles soluciones. En el caso del prolapso, un cirugía podría ser la solución definitiva.